Charlie Villanueva sigue sin llamadas de la NBA
El jugador dominicano quiere reanudar su carrera y no cierra ninguna puerta
Han pasado ya 8 meses desde que Charlie Villanueva jugó su último partido en la NBA. Desde entonces, la nada. El jugador vive un período complicado, sigue sin equipo y espera con paciencia una oportunidad mientras aprovecha para disfrutar con su familia.
Villanueva ha concedido una entrevista a HoopsHype, texto que firma Raúl Barrigón.
En ella, se sincera, habla sin tapujos de su difícil situación deportiva. "Todavía soy joven. Tengo 32 años. Nunca tuve una cirugía mayor. Estoy sano. Este debería haber sido mi duodécimo año en la NBA", explica el jugador caído en desgracia, que confiesa que vee los partidos de la NBA por la televisión y siente que todavía puede aportar en la pista.
Charlie es agente libre y espera una llamada que no llega. Se habló de la opción de China, que al final no fructificó. Y está abierto a jugar fuera de Estados Unidos, porque no cierra ninguna puerta, mucho menos la de volver a la NBA. Ese es su sueño, volver a jugar en la mejor liga del mundo, pero en todos estos meses no ha recibido oferta alguna.
Villanueva vive en Florida con su familia. Esa es la parte positiva de su situación, que ahora pasa mucho tiempo junto a los suyos, al contrario de lo que ocurría cuando jugaba.
Su rutina diaria
La falta de equipo no ha hecho que Villanueva haya relajado sus costumbres. De hecho, entrena a diario. "Siempre entreno para estar en forma porque nunca sabes cuándo te van a llamar. Y paso mucho tiempo con mi familia", indica para hablar de su día a día.
"No voy a cerrar ninguna puerta porque todavía amo el baloncesto y todavía puedo jugar a un nivel alto", señala el ala-pívot estadounidense y dominicano, que se siente preparado para reanudar su carrera, actualmente truncada.
Mientras, mira con envidia sana a su compatriota por partida doble Karl-Anthony Towns, ya que ambos nacieron en Estados Unidos pero también tienen nacionalidad dominicana. "Es un gran jugador. Le recuerdo con 16 años. Es definitivamente una bendición para el baloncesto de la República Dominicana".