
El mercado de la Euroliga se ha sacudido con la llegada de Lonnie Walker IV, el ex NBA que ha firmado un contrato multianual con el Maccabi Tel Aviv. Tras un breve paso por el Zalgiris Kaunas y una última temporada con los Philadelphia 76ers, el escolta de 26 años está listo para dejar su huella en Europa nuevamente. ¿Podrá Walker convertirse en una estrella en la Euroliga?
Un talento NBA en busca de su lugar
El nombre de Lonnie Walker IV ha estado en boca de todos en el mercado de la Euroliga este verano. Tras no renovar con los Sixers, quienes declinaron su opción de 2.9 millones de dólares, el escolta de 1.93 metros se convirtió en uno de los agentes libres más codiciados. Equipos como el Real Madrid y el Estrella Roja mostraron interés, pero según el periodista Marc Stein, fue el Maccabi Tel Aviv quien se aseguró sus servicios con un contrato de tres años por aproximadamente 10 millones de dólares brutos. Este acuerdo, uno de los más lucrativos en la historia del club israelí, incluye una cláusula de salida hacia la NBA hasta el 1 de agosto de 2025, con opciones similares cada verano hasta 2027.
Walker ya conoce la Euroliga tras su paso por el Zalgiris Kaunas entre noviembre de 2024 y febrero de 2025, donde promedió 13.6 puntos, 3.2 rebotes y 1.8 asistencias en 19 partidos. Aunque su impacto inicial fue explosivo, destacando en duelos como el que silenció al Movistar Arena contra el Real Madrid con 21 puntos, su rendimiento decayó con el tiempo. Walker, un tirador letal con un físico privilegiado, parece rendir mejor como pieza complementaria en un equipo con más talento, donde pueda actuar como finalizador o generador secundario de juego.
El Maccabi Tel Aviv, que jugará sus partidos de Euroliga fuera de Israel debido a la situación geopolítica, está armando un roster competitivo. Junto a Walker, el equipo ha incorporado a Oshae Brissett, campeón de la NBA con los Celtics, además de Marcio Santos, Gur Lavy y Ty Jacob Leaf. Este proyecto ambicioso busca desafiar la hegemonía de rivales como el Hapoel Tel Aviv, que fichó a otro de los jugadores más codiciados de Europa, Vasilije Micic.
¿El escenario perfecto para Walker?
El contrato de Walker con el Maccabi lo posiciona entre los jugadores mejor pagados de la Euroliga, aunque lejos de los 14 millones netos de Micic o los 13.5 de Kendrick Nunn. Su versatilidad como escolta, capaz de atacar el aro, defender en el perímetro y anotar desde el triple, lo hace ideal para un torneo donde el físico y la táctica son clave. Sin embargo, su paso por el Zalgiris mostró que necesita un sistema que no lo sobrecargue de responsabilidades ofensivas.
El interés del Real Madrid en Walker no es nuevo. En noviembre de 2024, el club blanco estuvo cerca de ficharlo, pero su exigencia de una cláusula de salida a la NBA frustró la operación. Ahora, con Theo Maledón, Gabriele Procida y David Kramer como refuerzos confirmados, el Madrid ha optado por otras prioridades.
La Euroliga de 2025-26, con 20 equipos y una carrera hacia los playoffs más intensa que nunca, será una prueba de fuego para Walker. Su capacidad para adaptarse al estilo europeo, donde la precisión táctica supera al ritmo frenético de la NBA, será crucial. Si logra integrarse al sistema de Kattash y mantener su nivel, podría no solo consolidarse como una estrella en la Euroliga, sino también mantener viva su aspiración de volver a la NBA.