
La preparación para el Eurobasket 2025 ha recibido un revés inesperado para España. Lorenzo Brown, el base nacionalizado que brilló en el título de 2022, se ausentará por motivos personales, según anunció la Federación Española de Baloncesto. Con la concentración a punto de empezar, esta baja plantea retos para el vigente campeón, que ahora confía en jóvenes talentos para defender su corona.
Un vacío difícil de llenar en el puesto de base
La noticia de que Lorenzo Brown no estará en el Eurobasket 2025 cayó como un balde de agua fría. El base, clave en el oro de Berlín 2022 con 15.2 puntos y 7.6 asistencias por partido, había confirmado su compromiso con el equipo de Sergio Scariolo. Su liderazgo en partidos épicos, como los 28 puntos contra Lituania o los 29 frente a Alemania, lo convirtieron en una pieza fundamental. Sin embargo, en términos de impacto, la ausencia de Brown es un riesgo que España no anticipaba.
A sus 35 años, tras una temporada irregular en el Panathinaikos y un reciente fichaje por el Armani Milán, Brown optó por priorizar asuntos personales. Su decisión, sumada a las bajas de Usman Garuba, Álex Abrines y Hugo González, deja a España con un roster mermado. En el puesto de base, el equipo queda en manos de Alberto Díaz, un veterano sólido, y los jóvenes Sergio de Larrea y Mario Saint-Supery, este último convocado para llenar el hueco de Brown. Saint-Supery, un talento de 18 años formado en Unicaja, debutó con la selección en 2024 y ahora enfrenta una oportunidad dorada, aunque bajo presión.
Un nuevo desafío para la Roja en la preparación
España iniciará su concentración el 28 de julio en Madrid, marcando el comienzo de la Gira Imperium Nostrum con amistosos en Málaga, Badalona, París, Madrid y Colonia. Enfrentará a selecciones como Francia y Alemania, rivales directos en el Eurobasket 2025, que arranca el 28 de agosto en Limassol, Chipre. En el Grupo C, España se medirá a Georgia, Bosnia, Chipre, Italia y Grecia, con las eliminatorias en Riga, Letonia, para los cuatro mejores de cada grupo. A pesar de las bajas, cuenta con nombres como Willy y Juancho Hernangómez, Santi Aldama y Darío Brizuela.
La inclusión de Mario Saint-Supery, un base con madurez inusual para su edad, refleja la confianza de Scariolo en la cantera. El joven malagueño podría ser una sorpresa, tras sus minutos destacados en las Ventanas FIBA de 2024. Sin embargo, la falta de experiencia de De Larrea y Saint-Supery, combinada con la ausencia de Brown y Juan Núñez (lesionado), pone a prueba la profundidad del equipo.
España, campeona en 2022 contra todo pronóstico, sabe reinventarse, además la capacidad de Scariolo para formar un bloque competitivo será clave. Con jóvenes como Saint-Supery y veteranos como Aldama, la Roja buscará superar este golpe y mantener su legado. Esta puede ser una oportunidad ideal, para obtener confianza y confirmar que, incluso sin Brown, se puede brillar en el Eurobasket 2025. ¿Podrán los jóvenes dar el paso al frente?