
El Eurobasket Femenino 2025 dejó un sabor agridulce para España. La selección, que soñaba con el oro, cayó 65-67 ante Bélgica en una final vibrante que se decidió en los últimos segundos. A pesar de un partido memorable y una plata que consolida su legado, las españolas lamentan una oportunidad perdida. Este subcampeonato, sin embargo, reafirma el brillo de un equipo en plena transición generacional.
Un final dramático
El duelo tuvo todos los ingredientes de una final épica. España dominaba con autoridad, liderando 61-49 a falta de cuatro minutos. La intensidad defensiva y el acierto ofensivo parecían allanar el camino al título. Sin embargo, Bélgica, con su experiencia y sangre fría, protagonizó una remontada fulminante. Jugadoras como Kyara Linskens, clave en el título de 2023, castigaron los errores españoles. En el último minuto, con España arriba 65-64, el nerviosismo se apoderó del equipo. Una pérdida de balón y una canasta decisiva de las belgas a ocho segundos del final inclinaron la balanza.
La selección española, liderada por una generación joven con varias debutantes, mostró garra hasta el último instante. Un momento icónico del partido fue el tapón de Elena Buenavida, quien, a pesar de su desventaja física, neutralizó a Linskens en el poste bajo, demostrando la competitividad que define a este equipo. Sin embargo, la veteranía belga y su capacidad para cerrar partidos pesaron más, dejando a España con una plata amarga pero valiosa.
Derrota dolorosa
La derrota ante Bélgica duele, pero no empaña el brillante recorrido de España en el Eurobasket Femenino 2025. El equipo, inmerso en un relevo generacional, llegó a la final con media docena de jugadoras novatas que se estrenaban en una gran cita internacional. Lograr la plata en este contexto es un testimonio de la calidad y profundidad del baloncesto femenino español. Además, la victoria en semifinales contra la República Checa aseguró la clasificación para el Mundial de Berlín 2026, un objetivo clave para el equipo.
España suma así su undécima medalla continental en el siglo XXI: tres oros, tres platas y cinco bronces. Esta regularidad competitiva refleja el trabajo de una federación que ha convertido al equipo femenino en un referente mundial. Jugadoras como Buenavida, con su versatilidad y talento, simbolizan el futuro prometedor de la selección. Sin embargo, el desenlace de la final dejó un sabor amargo. Tras dominar gran parte del encuentro, los errores en los instantes finales y la precisión de Bélgica, que aprovechó cada oportunidad, marcaron la diferencia.
El impacto de esta derrota trasciende lo deportivo. España cautivó a los aficionados con su juego valiente y su capacidad para competir contra un rival experimentado. La final mostró que este equipo, aunque joven, tiene el potencial para seguir cosechando éxitos. Bélgica, por su parte, revalidó su supremacía en Europa, consolidándose como una potencia imparable. Para las españolas, la plata es un recordatorio de su grandeza y, al mismo tiempo, un incentivo para regresar más fuertes. El Eurobasket Femenino 2025 no solo dejó una medalla, sino también la certeza de que el futuro del baloncesto español está en buenas manos.