
La noche del Juego 5 de las Finales de la NBA fue un duro golpe para Tyrese Haliburton y los Indiana Pacers. La joven estrella, limitada por molestias físicas en su pierna derecha, tuvo un rendimiento decepcionante en la derrota 120-109 ante el Thunder. Con problemas de lesiones y una ofensiva apagada, Haliburton no estuvo a la altura de las expectativas en el momento más crítico. Analizamos qué pasó y qué significa para el futuro de los Pacers.
¿Qué pasó en el Juego 5?
El Juego 5 en Oklahoma City fue un desafío insalvable para Tyrese Haliburton. La estrella de los Pacers, conocida por su capacidad para brillar en momentos clave, no pudo encontrar su ritmo. Haliburton terminó con solo 4 puntos, todos desde la línea de tiros libres, fallando los seis intentos de campo en 34 minutos de juego. Su aporte se limitó a siete rebotes y seis asistencias, insuficiente para contrarrestar el poderío del Thunder, liderado por Jalen Williams (40 puntos) y Shai Gilgeous-Alexander (31 puntos y 10 asistencias).
Las molestias físicas jugaron un papel crucial. Durante el entretiempo, Shams Charania de ESPN reportó que Haliburton lidiaba con rigidez en la pantorrilla derecha, la misma pierna que había sufrido dolor en el tobillo la semana anterior. El entrenador Rick Carlisle confirmó post-partido que su estrella no estaba al 100%, aunque expresó optimismo sobre su participación en el Juego 6. Este bajo rendimiento contrasta con el nivel mostrado por Haliburton en la postemporada, donde había sido clave con tiros ganadores contra Cavaliers y Thunder, además de una canasta decisiva para forzar el tiempo extra en la victoria ante los Knicks en las finales del Este.
El liderazgo ofensivo recayó en Pascal Siakam, quien respondió con 28 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias. Sin embargo, la ausencia de la chispa habitual de Haliburton dejó a los Pacers vulnerables ante un Thunder que aprovechó cada oportunidad para tomar ventaja en la serie.
No hay mañana para los Pacers
Con la serie 3-2 a favor del Thunder, los Pacers regresan a Gainbridge Fieldhouse para un Juego 6 que definirá su temporada. Indiana, que persigue su primer título de la NBA, enfrenta una situación de vida o muerte. La pregunta es si Haliburton podrá recuperarse, tanto física como mentalmente, para liderar a su equipo. “No sé exactamente qué le pasa, pero sé que está luchando”, comentó Siakam, reflejando la preocupación en el vestuario.
La postemporada de Haliburton había sido estelar hasta este punto. Su capacidad para anotar en momentos cruciales y su visión de juego lo convirtieron en el motor de los Pacers. Sin embargo, el Juego 5 mostró una versión apagada, limitada por las lesiones y la presión de un escenario hostil. Para revertir la situación, Indiana necesitará que Haliburton recupere su confianza y efectividad, especialmente en los tiros de campo, donde su impacto es vital.
El Juego 6 será una prueba de carácter para los Pacers. En casa, con el apoyo de su afición, el equipo debe encontrar una manera de superar las adversidades. Si Haliburton logra dejar atrás esta mala noche y jugar al nivel que lo ha convertido en una estrella emergente, los Pacers aún tienen una oportunidad. De lo contrario, el sueño del campeonato podría desvanecerse.