Golden State Warriors. Mandatory Credit: Troy Taormina-Imagn Images

La madrugada de este 21 de abril fue testigo de un encuentro entre Golden State Warriors y Houston Rockets que tuvo de todo y finalmente ganaron los dirigidos por Steve Kerr por un marcador de 95 – 85.  El escenario fue el Toyota Center y el protagonista, el mismo de siempre Stephen Curry y sus Golden State Warriors.

Primera parte de la obra, el asedio a Stephen Curry

Cuando comenzó el encuentro, el plan parecía claro, perseguir a Stephen Curry por toda la cancha y no dejar que tirara cómodo ¿El resultado? El “Chef” se fue a la banca y no se había hecho sentir en el marcador. De hecho, había lanzado un par de triples y ninguno había entrado, cosa rara para el 30 de los Golden State Warriors.

Con este escenario, los Rockets habían ganado la primera batalla. Para ese momento el marcador era de 18 – 21 en favor del conjunto de casa.

Segunda parte de la obra, la respuesta de los Warriors y el nuevo plan de Stephen Curry

Antes de terminar la primera fracción del partido, Steve Kerr mandó a la banca a Curry y lo que en primera instancia era un descanso del que suelen tomar los jugadores se convirtió en una salvación para el entrenador de los Golden State Warriors. El equipo tenía un mejor +/- con Curry fuera de la cancha que con él dentro de ella y así logró pasar por encima de los Rockets.

Una vez que entró Curry nuevamente, el plan de los Rockets seguía en marcha. Sin embargo, esta vez “El Chef” les tenía una respuesta, empezó a cortar a canasta en lugar de tirar de tres que era lo que Rockets le había prohibido y se empezó a hacer sentir en el marcador 2, 4, 6 y así, de a poco, los números de Curry en anotación iban subiendo.

La parte final y la daga de los Golden State Warriors

El marcador se ubicaba en 69 – 60 cuando arrancó el último parcial, los Golden State Warriors dominaban, pero los Rockets intentaban hacerles frente. Así se fueron desarrollando las acciones, hasta que los Rockets estaban a 6. Todo en base a intensidad y, sobre todo, segundas y terceras oportunidades (ganaron el rebote ofensivo por 22 – 6).

Pero llegó el momento en el que la experiencia es importante en este tipo de partidos, el clutch. Aquí los Golden State Warriors supieron sacar ventaja de estar curtidos en este tipo de escenarios. Stephen Curry ya sacaba sus tiros desde cualquier lugar (y los metía), Butler anotaba sin parar y Draymond aunque no anotaba aportaba como siempre desde los intangibles.

Finalmente, hubo un momento en el que los Rockets se acercaron a 4 después de ir palo y palo con los Warriors y Moses Moody clavó la daga con un triple desde la esquina que empezó un rally final de los Golden State Warriors de 7 – 0 para sellar la victoria del equipo de la bahía.

¿Y qué paso con el plan sobre Curry?

Al culminar el encuentro, los Houston Rockets habían fracasado en esta misión porque Curry nuevamente fue el mejor de los Golden State Warriors. Sus números finales fueron de:

  • 31 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias y 1 robo. Además cerró con 5/9 en triples después de un comienzo lento en el partido.
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