Iman Shumpert ha estado y está en el disparadero. Tras un prometedor debut en la NBA, sufrió una grave lesión de rodilla en los playoffs de 2012 y su juego ha terminado estancándose. Por eso, ha recibido muchas críticas y ha protagonizado constantes rumores de traspaso.
Cumplida una nueva temporada, el joven escolta permanece en los Knicks y se enfrenta a cambios importantes en los sistemas de juego del equipo. El fundamental, la aplicación del triángulo ofensivo ideado en su día por Tex Winter y aplicado de forma exitosa por Phil Jackson en los Bulls y los Lakers. Es evidente que nada tendrá que ver la ofensiva de Mike Woodson con la de Derek Fisher.
Pues bien, según publica el New York Post, Shumpert considera que el triángulo ofensivo se amolda bien a su juego y le beneficiará.
Cree el jugador de los Knicks que el nuevo sistema facilitará el que sea utilizado adecuadamente en ataque y piensa que le permitirá desarrollar más su capacidad física que estando simplemente en una esquina esperando el pase para tirar.
Habrá que ver si realmente Shumpert se adapta al triángulo ofensivo, porque lo que está claro es que se halla ante una temporada clave para él.