Fue como completar el círculo. El gran Gregg Popovich obtuvo anoche su victoria 1.000 en la NBA y lo hizo en Indiana, su estado natal. Fue un triunfo bien apurado, 93-95, ante los Pacers después de ir perdiendo por 14 puntos jugándose el último cuarto. Un tiro de media distancia de Marco Belinelli anotado a 2 segundos del final le dio el triunfo a los Spurs y llevó a Popovich al millar de victorias.
No jugó Manu Ginóbili, pero sí lo hizo en el equipo rival Luis Scola, que fue testigo activo del logro de Pops. El técnico de los Spurs se convierte en el noveno entrenador en alcanzar las 1.000 victorias en temporada regular de la NBA y el segundo en hacerlo con un solo equipo (solo le supera Jerry Sloan con Utah Jazz).
Solo dos entrenadores alcanzaron las 1.000 victorias con menos partidos dirigidos que Popovich: Phil Jackson y Pat Riley.
En cuanto a la lista de victorias, el primero es Don Nelson con 1.335, pero como le sucediera a Sloan no tiene ningún anillo en sus dedos. Popovich, mientras, atesora nada menos que 5.
Tiempo y jugadores
Popovich, nacido hace 66 años en el baloncestístico estado de Indiana, se mostraba tranquilo tras la victoria. En su estilo, nada de estridencias, sin autocomplacencia, con mesura y tranquilidad. "He estado aquí mucho tiempo y he tenido buenos jugadores. Esa es la fórmula", aseguraba sereno.
Esa fórmula le ha llevado a entrenar 19 años a los Spurs, prácticamente 2 décadas en las que ha sumado 1.000 triunfos y 462 derrotas. Es decir, ha ganado el 68,4% de los partidos que ha dirigido. Logró 5 títulos de la NBA y 6 de la Conferencia Oeste, fue elegido 3 veces Entrenador del Año y en otras 3 ocasiones dirigió al Oeste en un Partido de las Estrellas.
No está nada mal. Algo impensable cuando en los años 80 entrenaba a Pomona-Pitzer, un equipo del fondo de los fondos, ya que militaba en la tercera división de la NCAA. De ahí dio el salto y se convirtió en entrenador asistente en los Spurs. Pasado mucho tiempo de aquellos días es ya una leyenda viva del baloncesto.