Uno de los objetivos de los Mavericks este verano era dar solidez a la posición de base, algo que echaron en falta la pasada temporada. Los texanos han incorporado para ello a Devin Harris, mientras que su antiguo base, Darren Collison, se ha ido a los Clippers.
Harris llega en principio como suplente de José Manuel Calderón, con el que los Mavs han llegado a un acuerdo por 4 temporadas y 28 millones de dólares. El de Harris es un compromiso más modesto, 3 años y 9 millones, que le permite regresar a la franquicia en la que inició su andadura en la NBA.
El nuevo base de Dallas llega procedente de Atlanta Hawks, a donde llegó el pasado verano a cambio de Marvin Williams. Con la positiva evolución del joven Jeff Teague en la franquicia de Georgia, la presencia del veterano Harris había perdido importancia para los Hawks.
El armador de Wisconsin ha ido perdiendo brillo en los últimos años y parece muy lejos del jugador que llegó a ser All-Star cuando dirigía el juego de los Nets. Aun así, su presencia y la de Calderón aportarán una experiencia, solidez y profundidad en la posición de base que los Mavs echaron mucho de menos durante la pasada campaña.
Precisamente ayer también se supo que el que fuera director de juego de los Mavs la pasada temporada tenía ya nuevo equipo. Darren Collison, cuya inconsistencia a la hora de dirigir al equipo llevó a Dallas a prescindir de él, ha llegado a un acuerdo con los Clippers por 2 temporadas y algo menos de 2 millones de dólares de salario. Un buen refuerzo para el banco de los californianos, que siguen construyendo un equipo con pretensiones de estar luchando por el título el próximo mes de julio.