Lo ha vuelto a hacer. Shaquille O'Neal ha vuelto a hacer historia en Orlando Magic, esta vez la ha hecho como primer jugador que ve retirada su camiseta por parte de la franquicia en sus 35 años de historia. El dorsal 32 de Shaq ya luce en lo alto del Kia Center.
Tres décadas después de jugar en Orlando Magic le llegó a O'Neal el momento, convirtiéndose en el tercer jugador al que tres franquicias le han retirado la camiseta (Magic, Lakers y Heat), emulando a Wilt Chamberlain y a Pete Maravich (exceptuando el reconocimiento que tiene de toda la liga Bill Russell).
Tras ellos, solo 11 jugadores gozan del doble reconocimiento de tener retirada la camiseta por un par de equipos.
La ceremonia no tuvo desperdicio. O'Neal entró en la cancha vestido con un impecable traje y corbata amarilla, el atuendo formal con el que comentó el partido Magic-Thunder, en cuyo marco se celebró la ceremonia, para TNT en compañía de Kevin Harlan y Stan Van Gundy.
De esa elegante guisa se sentó Shaquille en el gran trono ubicado en la pista, y con esa indumentaria escuchó a su excompañero Penny Hardaway, se abrazó con él y terminó dando su discurso.
Luego, ya en el izado de la camiseta, O'Neal había cambiado su chaqueta de traje por una chaqueta personalizada para la ocasión. Y el 32 se fue elevando poco a poco a las alturas.
Shaquille O'Neal llegó como un vendaval a Orlando Magic en 1992 y jugó en el equipo hasta 1996. En ese tiempo fue Novato del Año y no se perdió un solo All-Star (hasta jugar 4). Con el equipo llegó al gran hito de jugar las Finales en 1995, pero no consiguió el título.
Fue pionero O'Neal en la franquicia: primer Novato del Año, primer All-Star, primer jugador seleccionado para un equipo All-NBA.
Jugó 295 partidos de temporada regular en los que hizo 226 dobles-dobles y promedió 27,2 puntos, 12,5 rebotes y 2,8 tapones (tiene en su poder el récord de la franquicia tras poner 15 tapones en un partido en 1993).
Ahora, con 51 años, un Shaq, dominador como pocos de la escena mediática, disfrutó del reconocimiento por parte de la que fue su primera casa en la NBA. Bien lo merece.