Resulta difícil que dos partes de un encuentro de baloncesto sean tan dispares. Ocurrió en el Smoothie King Center, donde Golden State ganó un partido en el que pasó de todo, un partido cuyo parcial en la primera parte fue de 69-49 y el de la segunda se fue a un 46-76. Dos mundos antagónicos.
Warriors remontó 21 puntos de diferencia (máxima local), una ventaja impensable para los de Nueva Orleans, toda vez que jugaban sin el lesionado Anthony Davis.
Los de Steve Kerr hicieron una memorable segunda parte, justo el momento en el que apretaron en defensa y desataron todas sus armas masivas en el capítulo ofensivo para ganar 115-125.
El partido contempló las bajas iniciales de Anthony Davis, Zaza Pachulia (primer partido que no juega en la temporada) y el sancionado Shaun Livingston, la lesión en el segundo cuarto del visitante Patrick McCaw, la baja por un esguince de tobillo de Stephen Curry tras ser el hombre del partido y las expulsiones en la recta final del local DeMarcus Cousins y el visitante Kevin Durant, segunda que sufre en la temporada.
Un gran big four
Golden State (19-6) cimentó su recuperación en un parcial de 15-0 al iniciarse el tercer cuarto y tuvo como mejor jugador a Stephen Curry con 31 puntos, 11 asistencias y 5 triples. El big four del equipo californiano firmó 91 puntos.
Porque Klay Thompson hizo 22 con 4 de 5 en el triple, Draymond Green añadió 19 con 4 robos y cercanía al triple-doble y Kevin Durant sumó otros 19.
Jrue Holiday fue el estilete ofensivo de Pelicans con 34 puntos, E'Twaun Moore sumó 27 con 5 triples, Rajon Rondo repartió 11 asistencias para firmar otro doble-doble y Cousins acabó con 19 puntos, 11 rebotes, 7 asistencias y 5 robos, aunque perdió 7 balones.