ANÁLISIS

El día en el que Dale Ellis jugó '2 partidos'

Ellis y McDaniel disputaron 69 y 68 minutos en el partido Bucks-Sonics en 1989

El partido se resolvió tras 5 prórrogas y se prolongó durante 4 horas y media

Ángel Mustienes |

El mismo día en el que caía el Muro de Berlín, un muro se interpuso entre la cabeza y las piernas de los jugadores que disputaban en Milwaukee el partido Bucks-Sonics. Ese muro, tejido de cansancio, de extrema extenuación, se había construido a partir de 5 prórrogas en un partido interminable.

El 9 de noviembre de 1989 hacía frío en el estado de Wisconsin. Ello no había impedido a 14.000 personas acudir al partido al Bradley Center. Menos mal que era principio de temporada, porque si no... ¡quién sabe cómo habrían acabado los físicos de los jugadores!

Ese día se jugaron 73 minutos de partido y Dale Ellis y Xavier McDaniel (afamados jugadores de Seattle Supersonics) lograron un récord aún vigente en la NBA al disputar 69 y 68 minutos (1ª y 2ª marcas de la historia de la NBA). Uno de los rivales, Jay Humphries, se fue a 62 (5º registro). Todo fue muy loco. Por momentos, los espectadores pensaron que el partido no iba a terminar nunca. ¡Duró 4 horas y media!

Al final, 155-154 para los locales, unos Bucks liderados por Ricky Pierce, autor de 36 puntos siendo suplente, Alvin Robertson (28 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias y 7 robos) y Jack Sikma (23 tantos y 8 capturas en tableros).

Del lado perdedor, nuestros dos maratonianos Ellis y McDaniel marcaron la pauta. Ellis, excelso tirador, finalizó con 53 puntos y 7 rebotes tras hacer un 18 de 39 en tiros de campo, meter 3 triples y encestar 14 de sus 17 libres. Y McDaniel, privilegiado físico, acabó con 37 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias. Además, 24 tantos y 8 rebotes de Derrick McKey. En un equipo en el que jugó 51 minutos Nate McMillan y que estaba entrenado por Bernie Bickerstaff.

Destrozados por el esfuerzo

Dale Ellis rememoró más tarde el cansancio extremo que todos sintieron: “Resultó agotador... Recuerdo que cancelamos nuestro entrenamiento de tiro (al día siguiente) y dormimos todos durante todo el día”. Su siguiente partido era contra los Bulls de Michael Jordan. Y estuvieron cerca de sorprender a Chicago.

Pese a ese agotamiento, pese a ese llevar el cuerpo al límite, Ellis reconoció que el Bucks-Sonics “fue un partido divertido de jugar”. Y eso que perdió por los pelos tras esas 5 interminables prórrogas.

El encuentro no comenzó de un modo que hiciera presagiar lo que llegaría después. El primer cuarto fue parco en puntos: 19-17. Luego, todo se fue entonando, pero sin estridencias. Al descanso: 50-53. Al final del tiempo reglamentario: 103-103.

Fue más tarde cuando estalló esa cadena interminable de tiempos extras... 110-110 (1ª prórroga), 120-120 (2ª), 127-127 (3ª), 138-138 (4ª) y 155-154 al final. Uno de los 3 colegiados que estuvo dirigiendo aquel día el partido fue el histórico Dan Crawford. Otro protagonista que tuvo que sudar lo suyo.

Un tirador excepcional

Ellis, que pasó aquel día a la historia por sus 69 minutos jugados, fue un tirador excelente, con una mecánica de tiro fantástica en la que la suspensión, los ángulos, la posición del codo, el golpe de muñeca... todo parecía perfecto.

Nacido hace 56 años en el estado de Georgia, Ellis fue una leyenda de Tennessee como universitario (el equipo retiró su camiseta con el número 14). Elegido en el puesto 9º del draft de 1983, pasó 17 años en la NBA para sumar 19.004 puntos en 1.209 partidos de temporada regular.

Nuestro protagonista promedió 23 o más puntos en 4 campañas seguidas cuando jugaba en los Sonics, ganó una vez el Concurso de Triples, fue una vez All-Star y también se hizo en una ocasión con el galardón de Jugador Más Mejorado.

Con todo eso, Ellis, McDaniel y todos los que estuvieron ese día en el Bradley Center no podrán olvidar nunca ese partido, aunque el foco del mundo aquel día estuviera en otro lugar del planeta situado a prácticamente 7.000 kilómetros de distancia, Berlín.