Cleveland lleva 52 años sin alzarse con un título en las grandes ligas profesionales de Estados Unidos a pesar de tener a 3 representantes en ellas. De hecho, esos 52 años constituyen un récord en el deporte estadounidense. No ganan desde el título de NFL logrado en 1964. Una larguísima sequía.
Por ello, los Cavaliers de LeBron James sentirán el peso de toda la ciudad en las próximas Finales de la NBA, en las que se medirán a Warriors o a Thunder. No será lo mismo. Ante Warriors, el factor cancha pertenecerá a los californianos. Ante Thunder, los Cavs tendrían la ventaja.
Los Cavaliers ganaron anoche 87-113 en Toronto para hacerse con su tercer título de la Conferencia Este y acceder a sus terceras Finales de la NBA, segundas consecutivas. Todas, las 3, con LeBron en sus filas.
El camino de Cleveland en los presentes playoffs ha sido el más limpio de todos los aspirantes al título. Ganaron 4-0 a Pistons en la primera ronda, 4-0 a Hawks en la segunda y 4-2 a Raptors en las Finales de Conferencia.
Cleveland ya fue finalista de la NBA en 2007 (cayó 4-0 ante Spurs) y 2015 (cedió 4-2 ante Warriors).
Ante la posibilidad de romper la maldición que pesa sobre el deporte de la ciudad, el entrenador de Cavaliers, Tyronn Lue, ha dicho: "Tenemos el equipo adecuado y el talento suficiente". Ahora, tendrán que refrendar esa impresión en la pista.