Cleveland anotó 18 triples en la primera parte. Poco más que decir. Con ese increíble acierto exterior los Cavaliers aniquilaron salvajemente cualquier oposición de su rival. Final de la primera parte: 74-38. El partido había acabado.
Esos 36 puntos de ventaja en el descanso (la máxima diferencia en el partido fue de 38) lo decían todo. Un equipo en racha, imparable, por momentos genial, mágico desde la lejanía... contra una escuadra descuartizada por su lamentable trabajo defensivo y su falta de ritmo ofensivo. La defensa de perímetro de Hawks fue masacrada una y otra vez. La fiesta parecía no tener fin.
Al final, tras una segunda parte relajada de los locales, triunfo de Cleveland por 123-98 con 25 triples, récord de triples de la historia de la NBA. Y 2-0 para los de Ohio en la semifinal.
Segunda parte intrascendente
La segunda parte sobró. Lo único que mantuvo en vilo a los aficionados fue el récord de triples, rubricado en la recta final por sendos aciertos de Dahntay Jones y Mo Williams cuando se jugaban los minutos de la basura.
LeBron James (27 puntos con un 60% en el tiro de campo), J.R. Smith (23 con 7 triples) y Kyrie Irving (19 en 23 minutos) fueron los líderes del equipo. Entre los 3 anotaron 15 triples.
Atlanta fue un juguete roto. Paul Millsap se postuló como su mejor hombre con 16 puntos y 11 rebotes y Al Horford volvió a hacer un pobre partido. Terminó el de Puerto Plata con 10 tantos y 3 rebotes en 25 minutos de acción.