Exhibición de LaMarcus Aldridge, exhibición de San Antonio Spurs. Brutal. Una noche de baloncesto célico que enterró a OKC Thunder desde los primeros compases del partido. Si ante Memphis San Antonio sacó a relucir su mejor defensa, ante OKC regaló su mejor ataque.
No hay palabras. ¡Primer cuarto: 43-20! ¡73-40 al descanso! ¡+39 al final del tercer acto! La paliza no fue más sangrante porque los texanos pararon el ritmo en el cuarto final y se relajaron. Al final, 124-92 en el primer partido de la Semifinal de la Conferencia Oeste más atractiva. El equipo de Billy Donovan, triturado. Despezadado de principio a fin.
Concluyeron los Spurs con más asistencias (39) que canastas de campo anotadas por el rival (35). San Antonio metió el 61% de sus tiros, encestó 9 de 15 desde el triple, que apenas necesitó para desequilibrar, sumó esas 39 asistencias y solo perdió 8 balones.
LaMarcus Aldridge fue una máquina ofensiva con 38 puntos en 30 minutos de acción. Metió 18 de 23 en tiro de campo. Kawhi Leonard no le fue a la zaga: 25 puntos en 22 minutos con 10 de 13 en el lanzamientos. Es decir, ¡entre los dos anotaron 28 de 36 tiros! Rozando la perfección.
Además, 18 puntos de Danny Green con 5 de 6 desde el triple, 12 asistencias de Tony Parker y 6 puntos y 5 pases de canasta en 11 minutos para un descansado Manu Ginóbili.
OKC Thunder fue un muñeco de trapo en manos de las garras locales. Serge Ibaka fue su máximo anotador con 19 puntos, pero consiguiendo más triples (3) que rebotes (2). El resto fue un desastre. Entre Kevin Durant y Russell Westbrook solo sumaron 30 puntos. Sin ellos, Thunder se hundió sin remisión.