Parece que el tobillo izquierdo de Ricky Rubio se resiste a estar sano. Preocupación en Minnesota, aunque, por ahora, tan solo limitada, como limitados fueron los minutos que jugó anoche el base español por culpa del tobillo operado en abril.
Rubio ya había tenido un aviso el lunes ante los Sixers, pero anoche ante Hawks el dolor se hizo más intenso. El problema llegó en el segundo cuarto, pero el base de El Masnou afrontó el tercer acto, período en el que llegó a jugar 6 minutos. Eso sí, no pisó la pista en el cuarto final debido a su dolencia, siendo su sustituto, Zach LaVine, una pieza clave en el apretado triunfo de Minnesota por 99 a 95.
Lo preocupante para Rubio es que el tobillo que ahora le duele es el mismo que le arruinó la pasada temporada, permitiéndole jugar solo 22 partidos. En abril, el jugador se sometió a una artroscopia y en la pretemporada volvió al juego tras estar 7 meses sin disputar un partido.
"Con todo el trabajo que he hecho, empiezas a preguntarte el porqué. Hay cosas que no puedes controlar", indicaba cariacontecido Ricky tras el partido, aunque no perdía la esperanza al considerar que es solo un esguince leve y que tal vez pueda jugar el viernes.
El jugador de Minnesota ya se había perdido algunos partidos esta temporada por un desgarro muscular leve.