Los Warriors de Stephen Curry llegaron tarde a Houston por un retraso del avión y no pudieron llevar a cabo el primer entrenamiento que tenían programado. No les hizo falta. Una vez en la pista, el equipo que dirige Steve Kerr mostró una total superioridad sobre los Rockets. La eliminatoria está ahora 3-0.
Houston 80 Golden State 115 (0-3)
Aquellos que esperaban en el Toyota Center de Houston otro desenlace emocionante como los vividos en los dos primeros partidos disputados en Oakland no pudieron terminar más decepcionados. El partido, en realidad, duró lo que la primera mitad.
Tiempo suficiente para que los Warriors se marcharan al descanso con una ventaja de 25 puntos (37-62) liderados por un Stephen Curry que sumó ya 18 puntos en los dos primeros cuartos, mero anuncio de lo que estaba por llegar, y apoyados en un gran trabajo defensivo colectivo que redujo a la mínima expresión la ofensiva de los Rockets.
Lo peor para los locales es que Curry estaba muy lejos de haber dicho la última palabra. Cualquier esperanza de recuperación de los de Kevin McHale se desvaneció cuando el base de los Warriors y MVP de la liga regresó del descanso reglamentario para ir a más en su exhibición de tiro y anotar 19 puntos más en el tercer cuarto para terminar de hundir a los locales.
Curry terminó el partido con 40 puntos, 7 asistencias y 7 de 9 triples, demostrando todas las cualidades que le han hecho merecedor del MVP de esta temporada, mientras que Klay Thompson y Draymond Green sumaron 17 cada uno.
En los Rockets, James Harden no alcanzó los 20 puntos por primera vez en estos playoffs y se quedó en 17 tras anotar sólo 3 de sus 16 lanzamientos a canasta, Josh Smith hizo 16 y Dwight Howard aportó un doble 14 en puntos y rebotes (2 de 8 en el tiro libre) aunque sólo sumó 2 puntos en la primera mitad.
De los hispanos, Trevor Ariza, que con 41 minutos fue el jugador que más tiempo estuvo en pista, finalizó con 7 puntos y 8 rebotes y Pablo Prigioni apenas jugó 8 minutos en los que dio una asistencia. Houston anotó sólo el 34% de sus tiros y el 20% de sus triples (5 de 25) y perdió de forma aplastante la pelea por el rebote (60-39).
El próximo lunes se jugará en Houston el cuarto y puede que ya definitivo encuentro de la serie, a la vista de lo ocurrido este sábado. En todo caso, las probabilidades de que los Rockets remonten el actual 3-0 son prácticamente nulas.