El novato de Lakers Julius Randle ha dado un paso importante en la recuperación de la grave lesión que le dejó fuera de juego a las primeras de cambio y, más de 4 meses después de romperse la tibia, se ejercita ya en el gimnasio, aunque con limitaciones.
La mala suerte se cebó con Randle en el inicio de temporada y es que el novato, uno de los pocos nombres ilusionante que presentaban este año los Lakers, se rompió la tibia de la pierna derecha en su primer partido de la temporada, el pasado 28 de octubre, tras haber jugado sólo 14 minutos en su debut.
Desde entonces, y tras ser operado al día siguiente de su lesión, ha estado completamente inactivo, pero ahora empieza a ver la luz al final de un túnel aunque sea a lo lejos, porque a su proceso de rehabilitación le quedan aún muchas etapas que atravesar antes de que pueda estar en plenas condiciones de afrontar la próxima temporada.
De momento, los médicos le han dado permiso para que pueda entrenarse sin limitaciones en el gimnasio y ejercitarse sobre la pista, aunque en este último caso todavía por no más de media hora y en solitario, ya que no podrá participar en ejercicios de contacto con el resto de sus compañeros.
Este lunes se le pudo ver ya lanzando a canasta y realizando otra serie de ejercicios suaves en las instalaciones de entrenamiento de los Lakers.