Derrick Rose regresó anoche. Bueno, no fue en un partido oficial y ni siquiera se podría catalogar de juego amistoso. Se trató simplemente de un encuentro de índole interna de la selección de Estados Unidos. Pero se le vio bien.
Rose llegaba al partido entre el equipo blanco y el equipo azul de Estados Unidos con todos los focos apuntando a su persona, pero al final del encuentro, final prematuro porque fue suspendido, su actuación se hizo tristemente invisible debido a la gravísima lesión sufrida por su compañero Paul George.
Dejando de lado la tremeda desgracia del alero de los Pacers, hay que decir que Rose empezó bastante bien el partido, incluyendo en su repertorio un fantástico mate. Luego, jugó poco. No se trataba de lucirse. Era una simple prueba preparatoria de carácter interno.
Lo que no hay que negar es que hay optimismo en torno a su figura tras haber pasado prácticamente 2 temporadas en blanco. De hecho, el cuerpo técnico de la selección de Estados Unidos ha recalcado el buen estado físico que ha presentado el jugador desde su llegada a las pruebas preparatorias de Las Vegas.