JORNADA NBA / playoffs 2014

Otro triunfo en la prórroga de Memphis con efecto Miller y pese a Westbrook

Victoria de los Clippers en el primer partido post-Sterling con gran actuación de DeAndre Jordan

Los árbitros anulan una canasta ganadora de Ibaka en la prórroga al estar fuera de tiempo

hispanosnba.com |

No tiene nombre. La eliminatoria entre OKC y Memphis resulta difícilmente descriptible. Notables remontadas, tiras y aflojas, emoción llevada al extremo, igualdad máxima... ¡y los 4 últimos encuentros de la serie resueltos con prórrogas!. Ahí radica la diferencia: Memphis ha ganado 3 de esas 4 prórrogas. Es decir, todas sus victorias han llegado en el tiempo extra y ahora domina la serie 2-3 y tiene contra las cuerdas a los Thunder.

Anoche, más de lo mismo. OKC remontó 20 puntos de desventaja en la recta final del partido y Russell Westbrook, que logró un triple-doble, llevó el encuentro a la prórroga en los últimos momentos de forma milagrosa. Y en esa prórroga, Thunder creyó por un momento que había ganado, pero no lo había hecho. 

Mientras, victoria de Clippers en el enrarecido ambiente creado a raíz de las palabras de Donald Sterling y su suspensión de por vida. Gran partido de DeAndre Jordan.

Oklahoma City 99 Memphis 100 (tras prórroga) (2-3)

Otro partido con prórroga y el tiempo extra que acabó esta vez con los jugadores de Thunder lanzados al suelo sobre la figura de Serge Ibaka. El internacional español acababa de meter la canasta de la victoria, el 101-100 tras hacerse con el rebote de un triple errado por Kevin Durant, pero la alegría duró poco.

Los árbitros revisaron la jugada y el vídeo reveló que el jugador congoleño había anotado la canasta un suspiro después de que se encendiera el tablero en señal de que el tiempo se había agotado. Esa canasta fuera de tiempo, esa décima de segundo, ese suspiro imperceptible dio el triunfo a Memphis y puede darle su pase a la siguiente ronda. En ese estado de cosas está este enfrentamiento, en esa extrema igualdad cuyo desequilibrio podría llegar con el vuelo de una mosca.

Hasta llegar a ese desenlace nuevamente de infarto, Memphis dominó el partido. El 2-10 que reflejaba el marcador a los 3 minutos de juego ya fue una declaración de intenciones. Memphis controló el ritmo de juego, exhibió poderío en la pintura, defendió muy bien y tuvo como elemento añadido el efecto Mike Miller. El resultado de todo ello fue adquirir una ventaja máxima en la primera mitad de 14 puntos e irse al descanso con 12 a favor, 43-55. OKC lo estaba pasando mal.

Pero peor lo pasó en la continuación, cuando el equipo de Dave Joerger llegó a amasar 20 puntos de ventaja tras una cesta de Beno Udrih (52-72 a 3:43 del final del tercer cuarto). Thunder parecía completamente aturdido, a punto de tirar la toalla, pero no fue así. Porque en esos 3:43 finales del tercer cuarto los locales endosaron un parcial de 18-4 a los Grizzlies para afrontar los últimos 12 minutos del partido con un bien distinto 70-76.

Catapultados por su orgullo y calidad, los Thunder lograron remontar el partido con un Russell Westbrook que finalizó con un espectacular triple-doble, aunque abusara mucho del tiro. Y fue el propio Westbrook el que envió el partido a la prórroga con un mate anotado a 4 segundos del final tras robar un balón a Tony Allen en media pista.

La defensa de OKC había dado un paso al frente en la segunda parte dejando en 35 puntos al rival, pero llegada la prórroga Mike Miller se enchufó 2 triples en el inicio de la prolongación que fueron respondidos con 2 canastas dobles de Kevin Durant. Y así se llegó a un final no apto para cardíacos en el que también cobró protagonismo, ¡cómo no!, el árbitro, Joey Crawford, que le quitó el balón a Kevin Durant cuando lanzaba para empatar el partido a 100 con 27 segundos por jugar. Cuando se lo devolvió... Durant falló un tiro crucial. Luego, Mike Miller lanzó un triple agotando la posesión de balón para fallar a 3 segundos del final con 99-100 a favor de su equipo.

Quedaba una última posesión para que OKC pudiera ganar. Fue entonce cuando Durant erró un triple forzado, Ibaka capturó el rebote y de modo todavía más forzado metió la cesta del triunfo local, que no fue tal porque la canasta llegó fuera de tiempo.

Se pasó así de la euforia al desencanto y viceversa en ambos bandos. Memphis obtenía una muy importante victoria con 21 puntos, 6 rebotes, 3 robos y 5 triples de un inmenso Mike Miller. Además, 20 puntos y 10 rebotes de Zach Randolph, 17 tantos de Mike Conley y 11 puntos, 15 rebotes y 4 asistencias de Marc Gasol en 47 minutos, un Gasol que no estuvo certero de cara a canasta pero hizo mucho por los suyos.

Los locales tuvieron como puntos débiles una ofensiva por debajo del 40% de acierto y con 17 pérdidas y como puntos para compensar esas fragilidades sus 19 rebotes ofensivos y su buen desempeño desde el triple.

OKC perdía al final pese al triple-doble de Russell Westbrook (30 puntos, 10 rebotes y 13 asistencias), que se fue a un 10 de 31 en el tiro de campo. Kevin Durant, bien sujeto teniendo en cuenta su poderío, hizo 26 puntos y 8 rebotes en 52 minutos de juego, Ibaka añadió 15 tantos y 12 rebotes con un 60% en el tiro y Caron Butler firmó otros 15 tantos con 4 triples. Esta vez, Reggie Jackson volvió a la vulgaridad y Thabo Sefolosha solo jugó 9 minutos.

L.A. Clippers 113 Golden State 103 (3-2)

Primer partido sin Donald Sterling y victoria lograda en un clima enrarecido con los jugadores de los Clippers saltando a la cancha ante una atronadora ovación de la grada.

No era fácil el partido para el equipo local teniendo en cuenta la locura que se ha instalado en su entorno en los últimos días y la bomba de relojería que ha supuesto la nueva salida de tono de su propietario. Pero los Clippers sobrevivieron.

Sobrevivieron a partir de un salto inmenso de DeAndre Jordan, que pasó de la nada al todo. Venía el pívot titular de Clippers de hace el peor partido que se le recuerda en la temporada y la respuesta fue ofrecer un gran dominio en tableros con 25 puntos, 18 rebotes y 4 tapones, contrastando su 8 de 10 en el tiro en juego con su nada raro 8 de 17 en los libres. Pero estuvo inmenso.

El equipo de Doc Rivers contó, además, con muchos jugadores arrimando el hombro. Chris Paul se mostró muy completo con 20 puntos, 6 rebotes, 7 asistencias y 5 robos y Blake Griffin se quedó en 18. Importante la aportación desde la segunda unidad de Jamal Crawford con 19 puntos y Darren Collison con 15. El lema “We are one” presidió la noche.

Los Clippers alcanzaron el descanso ganando por un escaso margen (55-50) merced a una canasta sobre la bocina de Jordan tras rebote ofensivo. Y, luego, aguantaron muy bien en la segunda mitad con un gran control del marcador en los minutos finales basado en gran parte en un muy buen trabajo sobre Stephen Curry, que quedó muy limitado a lo largo de la noche. Curry se fue del partido con 17 puntos en 44 minutos tras solo lanzar 10 tiros y perder 8 balones. La clarividencia no fue su fuerte anoche en la dirección del juego.

El partido concluyó con un 36-31 en el cuarto final, una filosofía en las antípodas de lo ocurrido en el Bulls-Wizards. En los Warriors, un gran abismo entre unos titulares que funcionaron y unos suplentes que no aportaron. Klay Thompson metió 21 puntos, David Lee sumó 18 más 10 rebotes y Draymond Green se fue al doble doble, pero el mejor Warrior fue Andre Iguodala, excelente en defensa y muy bien en ataque. Concluyó con 18 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias.