61 puntos. Una cifra brutal. Su récord personal desde que está jugando en la NBA y el mejor registro histórico de la franquicia de los Heat. LeBron James elevó anoche un poco más el nivel célico en el que se encuentra de forma permanente y escribió otra página en su particular historia, que se tornará mítica una vez se retire de las pistas.
Charlotte Bobcats perdió en Miami por 124-107 porque se encontró un huracán provisto esta vez de máscara transparente para proteger su nariz rota. Pues bien, con la nariz fracturada y la máscara protectora LeBron James firmó 61 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias, solo perdió 2 balones y terminó con porcentajes de ensueño: un 22 de 33 en el tiro de campo, con 8 de 10 desde el triple, y un 9 de 12 en los libres. Al final, valoración de 57 tras una actuación portentosa.
LeBron alcanzó el descanso habiendo anotado 24 puntos, ¡pero es que en la segunda parte hizo 37 tras encestar 25 solo en el tercer cuarto!. Ese tercer cuarto resultó mágico. LeBron metió los 8 primeros intentos triples que hizo en el partido y sin acabar el tercer cuarto estaba ya con ese 8 de 8.
Doble récord
Con sus 61 puntos, el jugador de Akron bate un doble récord: su registro personal en la NBA y la marca histórica de la franquicia de los Heat. Ambos récords se cifraban en 56 puntos.
James tenía su mejor marca con esos 56 puntos desde el 20 de marzo de 2005. Los logró cuando jugaba con Cleveland Cavaliers y el rival fue Toronto. Y el récord de Heat estaba en posesión de Glen Rice, que sumó 56 el 15 de abril de 1995 en un partido contra Orlando. Fue a falta de 5:46 para el final cuando hizo la canasta que dejaba atrás de un plumazo esos 2 récords.
Se trata de la segunda marca anotadora de la temporada tras los 62 puntos logrados en el Madison Square Garden por Carmelo Anthony.
Al final del partido, ya sin máscara, LeBron afirmaba: "El hombre que está arriba me ha dado unas increíbles dotes para jugar al baloncesto... solo intento aprovecharlas cada noche". Anoche las exprimió. O al menos, el dios que habita aquí abajo, en las pistas, estuvo cerca de su límite. Si es que lo tiene.