Ryan Gomes está de vuelta. Tras un año fuera de la NBA, año en el que jugó en la liga alemana, el jugador estadounidense de origen caboverdiano vuelve a su país natal para reforzar la segunda unidad de un equipo ganador, Oklahoma City Thunder.
El acuerdo es por una temporada y el salario mínimo de veterano. Pero para Gomes es una vuelta a su sueño y una vuelta a lo grande por el empaque del equipo que ha requerido sus servicios. Y es que a pesar de estar jugando fuera, los despachos no se habían olvidado de este jugador. De hecho, otro equipo grande, San Antonio Spurs, también lo pretendía.
Gomes es un jugador versátil. Se trata de un alero de 2,01 que puede jugar de 4 y que acumula una amplia experiencia desde que llegó a la NBA procedente de la Universidad de Providence. Porque el nuevo jugador de Thunder ha completado 7 temporadas en la mejor liga del mundo promediando 10,2 puntos y 4,6 rebotes y vistiendo las camisetas de Boston Celtics, Minnesota Timberwolves y Los Angeles Clippers, conjunto con el que su rendimiento descendió bruscamente y que terminó amnistiándole.
Eso le llevó la pasada campaña a Alemania, donde estuvo en las filas del Artland Dragons promediando 12,8 puntos y 5,9 rebotes.
Ahora, a sus 30 años, le llega una segunda oportunidad en la NBA y en un equipo importante como es OKC, un equipo que intenta reforzar su suplencia, debilitada últimamente.