Que algo ha cambiado tras la reunión que hace unos días celebraron los jugadores y el cuerpo técnico de los Lakers, es un hecho. El símbolo máximo de esa metamorfosis lo encarna Kobe Bryant. Jamás el jugador de Filadelfia había dado tantas asistencias en 3 partidos consecutivos.
Bryant suma 39 pases de canasta en sus últimas 3 actuaciones, que se han saldado con victorias en Los Ángeles de los Lakers ante Utah, Oklahoma City y New Orleans.
El escolta del equipo angelino anota mucho menos de lo habitual, 16,3 puntos, porque lanza muchos menos, 11,3 tiros por noche. Eso sí, con excelente acierto: un 58,8%.
Kobe está adoptando el modelo de uno de sus principales ídolos, 'Magic' Johnson. Está intentando, y lo está logrando, dominar los partidos sin apenas anotar, haciendo jugar a sus compañeros. Sus promedios en estas 3 victorias hablan muy a las claras del cambio de paradigma: 16,3 puntos, 8,7 rebotes y 13 asistencias.
En los 3 encuentros se ha quedado a las puertas del triple-doble repartiendo 14 asistencias ante Jazz, otras 14 ante Thunder y 11 frente a Hornets. Esas 39 asistencias en 3 choques suponen algo jamás visto en el juego de Kobe en sus 17 años de profesional.
Todo ello hace que lanzando escasamente a canasta y no habiendo anotado ni un solo triple en esos 3 partidos, Kobe presente una valoración media de 32,3 para ser el auténtico MVP de un equipo que parece cambiar el sentido de su marcha, aunque todavía hay que ver cómo funciona como visitante. Lo que sí está más que demostrado es que la genialidad de Bryant le permite una versatilidad extrema si se lo propone. Y ahora se lo ha propuesto para buscar el bien del equipo.