Los Kings y las autoridades municipales de la ciudad de Sacramento han dado un importante paso adelante para conseguir que la franquicia permanezca en su actual ubicación. Ambas partes han alcanzado un acuerdo provisional para financiar un nuevo pabellón.
El ayuntamiento de la ciudad, con su alcalde, el ex jugador de la NBA Kevin Johnson a la cabeza, ha arrancado a los hermanos Maloof, propietarios de la franquicia, el compromiso de aportar de entrada 75 millones de dólares a los fondos necesarios para la nueva construcción, según publica el diario Sacramento Bee, además de contribuir con otros 75 a la arcas municipales a lo largo de los próximos 30 años, un dinero este último que saldría de los ingresos generados a la franquicia por la propia instalación.
Además, Johnson ha conseguido elevar de 50 a 60 millones la aportación de AEG -la empresa que gestionaría la instalación y que es propiedad de Philip Anschutz, copropietario de los Lakers y del Staples Center- y el total apoyo al proyecto de la NBA a través de su comisionado, David Stern, uno de los valedores de la permanencia de los Kings en la ciudad de Sacramento.
La aportación ofrecida por los Maloof puede resultar decisiva para que las autoridades municipales aprueben de forma definitiva el proyecto de construir un moderno pabellón que sustituya al ya obsoleto Power Balance Pavillion, una obra valorada en 387 millones de dólares, más de la mitad de los cuales saldrán de las arcas públicas.
Una instalación imprescindible
La construcción de una nueva instalación que permitiera a la franquicia elevar sus ingresos se había establecido desde hace tiempo como un requisito imprescindible para mantener el equipo en la ciudad que lo ha albergado durante los últimos 25 años.
De conseguirse finalmente el visto bueno, se evitaría la marcha de los Kings de Sacramento. La franquicia estuvo muy cerca de optar por mudarse a Anaheim (California) el pasado año, unos planes que finalmente se pospusieron.
No hay que olvidar que en 2008, la falta de acuerdo de los organismos públicos para renovar el pabellón en el que jugaban los Supersonics fue una de las razones principales que llevaron a los propietarios de la franquicia a trasladarla desde Seattle a Oklahoma City tras vivirse una situación muy parecida a la de los últimos años en Sacramento.
Precisamente Seattle, que ahora sí ha decidido reformar el viejo Key Arena, había aparecido en las últimas fechas como posible alternativa a Anaheim a la hora de pujar por hacerse con los Kings.
En cualquier caso, no convendría lanzar las campanas al vuelo. El acuerdo no es firme todavía y aún hay muchas negociaciones que llevar a cabo y detalles que pulir para poder dar por cerrado un proceso que, eso sí, está más cerca que nunca de llegar a buen fin tras 10 años de intentos fallidos. Si sale adelante, se espera que los Kings puedan estrenar su nuevo hogar con el inicio de la temporada 2015-16.