Los jugadores de la NBA se entretienen disputando partidos callejeros, encuentros de medio pelo o torneos estivales sin mayor trascendencia mientras el cierre patronal continúa. En algunos de ellos, se registran incidencias que se magnifican por el lockout.
Es el caso de dos incidentes ocurridos en los extremos de Estados Unidos, el uno en la costa Este, en Nueva York, con el jugador de Minnesota Michael Beasley como protagonista; el otro en la costa Oeste, en San Francisco, con el alero de los Lakers Matt Barnes como centro de atención.
Beasley estaba disputando en NY un partido callejero ante una auténtica muchedumbre de aficionados. Era un encuentro más de la gira de Kevin Durant, que lideraba al equipo rival de Beasley.
Durante la pachanga estival, un aficionado situado de pie en primera línea no paró de increpar e insultar a Beasley. Hasta que éste se cansó, se dirigió al aficionado señalándole con el dedo con una notable agresividad verbal y terminó poniéndole la mano en la cara y empujándose ante el "¡Oh!" de los espectadores y la desaprobación general. Beasley se disculpó posteriormente y la cosa no pasó a mayores.
Barnes, con un rival
Mientras, el jugador de Los Angeles Lakers Matt Barnes tuvo un problemilla en un partido en California, en la disputa del San Francisco Pro-Am.
El alero terminó golpeando a un rival, si bien esgrimió que no fue el instigador de la refriega, sino que simplemente se defendió, ya que su oponente le había propinado un codazo y un empujón. "La gente piensa que puede decirme o hacerme cualquier cosa. No puede", aseguró el jugador de la NBA, que parece ser que quiso hacer valer sus galones en pista.
En fin, dos incidencias sin mayor importancia protagonizadas por dos tipos conflictivos como Beasley y Barnes, compañeros de equipo de Ricky Rubio y Pau Gasol. Y así sigue discurriendo este verano 'light' modelado por el cierre patronal de la NBA.