JORNADA NBA / PLAYOFFS 2010 - FINAL CONFERENCIA OESTE

Artest sella el triunfo sobre la bocina y adelanta a los Lakers

Otro partidazo de Bryant y mejora de Gasol, que sumó 21 puntos y 9 rebotes

El espectacular rendimiento de Nash y el suplente Frye, insuficiente

hispanosnba.com |

Los Lakers llegaron a acumular 18 puntos de ventaja, pero los Suns, de la mano de un maravilloso Nash, estuvieron a punto de enviar el partido a la prórroga y colocar a los angelinos al borde del abismo. Una canasta de Artest sobre la bocina dio la vida a los vigentes campeones.

El baloncesto es así. Artest, un jugador que había estado gris, por no decir negro, en ataque durante toda la tarde-noche, decidió el encuentro cuando éste ya expiraba. Ni Gasol, con un espectacular mate errado, ni Bryant, con un tiro triple final lleno de urgencias, pudieron sellar la victoria que sí pudo sellar Artest.

El estallido de júbilo fue tremendo. Todos eran conscientes de la importancia de la canasta ya no solo para el partido, sino para el devenir de la serie final del Oeste. Además, todos eran conscientes también de que si algún jugador local precisaba de este tipo de estímulo era Artest, que no termina de apoderarse de un sitio cómodo en el juego de los Lakers.

Unos Lakers que no pudieron empezar peor el partido. Kobe Bryant perdió el balón en la primera jugada, Pau Gasol recibió 2 tapones seguidos en el segundo ataque y Bryant cometió su segunda falta personal cuando habían transcurrido 2 minutos y 35 segundos de juego. La cosa no podía pintar peor.

L.A.Lakers 103 Phoenix 101 (3-2)

El final del partido fue espectacular, con unos últimos 5 minutos con todo por decidir en los que ambos contendientes demostraron las enormes virtudes ofensivas que atesoran y la gran templanza que poseen muchos de sus integrantes, acostumbrados a la más alta presión.

Es el caso de Bryant y Nash, excelsos en esos últimos minutos, especialmente el canadiense, que estuvo inconmensurable. Pero es también el caso de Fisher, criticado por algunos, que está haciendo una serie prodigiosa ante los Suns y que en este quinto partido fue capaz de anotar en momentos cargados de tensión, incluidos esos momentos finales.

El catálogo de baloncesto desplegado por Nash en los últimos minutos no tuvo parangón. Fue un dios omnipresente en esos minutos, anotando casi todos los tiros decisivos de los suyos, dirigiendo con maestría, asistiendo con precisión... Fue el suyo un 'tour de force' final que llevó a Phoenix al borde del éxito.

Nash colocó el 93-89, el 95-92, asistió para el 95-94, hizo el 99-96 y también el 101-98, llevando a los Suns al último minuto 3 abajo.

Entonces, entre tantos aciertos de ambos equipos, emergió el error, error doble y grave. El autor de la 'fechoría' fue Artest, que bien se redimió en la jugada final.

Con 101-98, los Lakers jugaron para clarificar el partido, pero Artest erró el tiro. Sin embargo, Gasol fue capaz de capturar un rebote ofensivo que valía su peso en oro, rebote que, con buen criterio, sacó al perímetro para que el equipo pudiera agotar otros 24 segundos de posesión. Pero he aquí que Artest se vio solo en la línea de triple y según le llegó el balón tiró y falló. Un error garrafal en la lectura del partido que a buen seguro desgarró en la banda al bueno de Phil Jackson.

La situación se apaciguó para los angelinos cuando vieron la incapacidad de su rival para empatar en la siguiente jugada, pero se agravó cuando una perfecta conexión Bryant-Gasol terminó con el español encarando la canasta en espectacular y complicado mate que se topó con el aro, tal vez por exceso de energía del español, tal vez por algún toque de sus rivales, que se lanzaron como posesos a parar la jugada.

Por si fuera poco el fallo garrafal de Artest en ataque y la volcada no anotada por Gasol, a tales desgracias les sucedió un galimatías defensivo de los locales que estuvo a punto de costarles caro.

Atacaron los visitantes para empatar el partido en su última oportunidad para llevar el partido a la prórroga y tuvieron en esa jugada hasta 3 posesiones en forma de 3 triples, dado el nulo acierto local en cerrar rebotes largos, una faceta que habían dominado los Lakers durante todo el partido. Y tanto fue el cántaro a la fuente, que se rompió. Al tercer intento triple visitante, con 3,5 segundos por jugar, Jason Richardson anotó de 3 contra tablero para empatar un partido que los locales dominaban por 18 en el tercer cuarto.

Saltaron ahí todas las alarmas. Y la pizarra de Phil Jackson, tras un tiempo muerto, programó una jugada final. Bien podía haber sido de 2 para ganar, pero fue de 3. El hombre elegido para jugársela: Kobe Bryant -el mejor de lejos otra vez-. A nadie sorprendió la elección. Y Gentry pudo diseñar una acertada defensa sobre el escolta de Filadelfia.

El resultado fue un tiro lateral imposible de Kobe que se quedó corto sin tocar aro. Pero ahí llegó a la carrera Artest para atrapar la bola y anotar contra tablero sobre la bocina, redimiéndose de su mal partido (4 puntos con 2 de 9 en el tiro) y de su mala elección llevada a cabo segundos antes.

Para llegar a este punto tuvieron que pasar muchas cosas.

Tuvimos que ver, por ejemplo, a los hombres altos de Lakers defendiendo sobre la línea perimetral -con Gasol, Odom e incluso Bynum- presionando más de una vez a Steve Nash desde el rango de tiro que va desde los 4 metros al triple.

También vimos cómo Gentry no se cebó con su defensa zonal 2-3, pero cuando la utilizó volvió a resultar efectiva.

Vimos, cómo no, otro portentoso partido de un Bryant cada día más generoso en el pase (30 puntos, 11 rebotes, 9 asistencias y 4 tapones) y una maravillosa lección de baloncesto de Nash (29 tantos, 11 asistencias y sólo 2 pérdidas).

Pero también vimos la mejora de Pau Gasol con respecto a su rendimiento en Phoenix. El español se fue esta vez a 21 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias. El extraordinario papel de Odom desde la banca, aunque ejerció de titular a todos los efectos (17 tantos y 13 rebotes) y la responsable y esmerada actitud de Fisher en la pista (22 puntos y elemental en los momentos cruciales). Porque los Lakers fueron fundamentalmente 4 hombres (Bryant, Gasol, Odom y Fisher) y nadie más.

En Phoenix, el termómetro del equipo volvió a ser su segunda unidad. Unos suplentes que apenas aportaron 2 puntos en la primera parte, pero que sumaron 29 más en la segunda con un fantástico Frye (14 puntos y 10 rebotes) y un notable Dudley a la cabeza. Y es que el crecimiento de estos 2 chicos, y el de Dragic, empieza a hacer grandes a estos Suns, que defendieron duro y dejaron a los Lakers en un pobre 41,8% de acierto en el tiro.

Los Lakers -con Bynum mejor en defensa que en ataque, hizo 0 de 5 en el tiro- fueron capaces de aplacar el vendaval Stoudemire y de sellar bien las puertas a la pareja Richardson-Hill, pero Nash fue demasiado para los locales.

Aún así, a pesar de esa versión máxima del canadiense, ganaron los californianos y pudieron respirar tranquilos, pues una derrota les hubiera dejado con un pie fuera de la gran final de la NBA. 

L.A.Lakers 103 Phoenix 101 (3-2)

L.A.LAKERS: Fisher (22), Bryant (30), Artest (4), Gasol (21), Bynum (2) -cinco inicial-, Farmar (0), Brown (2), Vujacic (5), Walton (0) y Odom (17).

PHOENIX: Nash (29), Richardson (12), Hill (10), Stoudemire (19), Lopez (0) -cinco inicial-, Dragic (3), Barbosa (2), Dudley (10), Frye (14), Amundson (2) y Collins (0).

Parciales: 24-21, 29-24, 25-27 y 25-29.