En la NBA, una extensión de contrato es una renovación del contrato existente cuando aún está en vigor, es decir, cuando el jugador todavía no se ha convertido en agente libre o restringido.
Solo los contratos firmados por 3 o más temporadas pueden extenderse y la negociación y firma únicamente puede llevarse a cabo una vez transcurrida la segunda (si el contrato se firmó por 3 o 4 años) o tercera temporada (contratos por 5 y 6 temporadas) del acuerdo en vigor o pasados 2 años desde la firma de una extensión o renegociación previa.
En el caso de los contratos de novatos, la ventana de negociación es aún más restringida, ya que ha de acordarse antes del inicio de la temporada regular del último año del contrato. Si no hay acuerdo para entonces, ya no cabe la firma de una extensión y el equipo tendrá que negociar con el jugador en el mercado veraniego, ya sea como agente libre o restringido.
La duración y salario máximos de la extensión dependen de diversos factores, fundamentalmente de los años que el jugador lleve en la liga.