ANÁLISIS

El equipo de moda juega en el Moda Center

La trayectoria de Portland Trail Blazers sorprende a propios y extraños

Ángel Mustienes |

El equipo de moda en la NBA juega en el Moda Center. La metamorfosis de la franquicia de Oregón, los Portland Trail Blazers, parece haber llegado con el cambio de paradigma que nos deja el nombre mutado de su pabellón. La belleza poética del Rose Garden dio paso a la belleza más corpórea del Moda Center. O si prefieren ustedes, Portland dejó de argumentar estética sin rendimiento económico para darse al negocio del día a día de una empresa privada. Bajó, por así decirlo, de los sueños a los hechos y se hizo equipo. Ahora, habrá que ver si ese equipo que hoy por hoy fascina a todos es una realidad o simplemente un espejismo.

Pocas franquicias se habían reconstruido tan bien para terminar quebradas por culpa de las lesiones. Desde los tiempos de Kevin Pritchard en los despachos del equipo, los Jail Blazers se habían transformado en unos coquetos e interesantes Trail Blazers que con el tiempo se colocaron en primera fila para aspirar al anillo. Tenían un equipo joven y plagado de talento y dos estrellas sobre las que construir un imperio: Brandon Roy y Greg Oden, a las que acompañaba LaMarcus Aldridge. Pero las dos primeras eran de cristal de Bohemia y se resquebrajaron. Y vino el descenso, un descenso profundo a los infiernos.

En plena caída, llegó Terry Stotts. La pasada campaña el equipo no cayó a lo más profundo del averno. Simplemente se quedó a media caída, como en un limbo, depositado en un lugar indefinido: 33 victorias y 49 derrotas. Fuera de playoffs, pero dignamente.

Llegó el verano y Portland apostó por la práctica continuidad de su quinteto titular, pero capturó de aquí y de allá algunos jugadores interesantes para hacer equipo. Trabajó Neil Olshey con prudente e inteligente discreción. Llegó el pívot Robin Lopez, el veterano base Mo Williams, el alero tirador Dorell Wright y algunos jóvenes talentos con C.J. McCollum y Thomas Robinson a la cabeza. El equipo era mejor a priori, pero nadie soñaba ni de lejos con lo que está pasando en la franquicia de Paul Allen.

Un inicio apoteósico

Empezó muy bien el equipo y todos lo achacábamos a que tenía de inicio un calendario muy favorable. Ganaron los Blazers esos primeros partidos y la confianza anidó en la plantilla. Ha pasado mes y medio desde que arrancara la competición y... ¡Portland lidera el Oeste y es la segunda mejor marca de la liga!. Sólo Indiana y Portland han alcanzado ya las 20 victorias. Los de Oregón guardan un perfecto equilibrio: 10-2 en casa y 10-2 fuera para un increíble 20-4. Se han llevado por delante a equipos grandes venidos a menos como Lakers, Knicks, Nets o Bulls. También a conjuntos verdaderamente potentes como Warriors y Rockets. ¡Pero sobre todo han ganado a Pacers, Spurs y Thunder!. Tremendo.

Un análisis hasta cierto punto somero nos lleva a nombres y acciones. Los nombres no son otros que los de LaMarcus Aldridge como líder del equipo (23,4 puntos y 10,8 rebotes) y Damian Lillard como joven director de juego (20 tantos y 5,6 asistencias). Importante también el trabajo ataque-defensa de Wesley Matthews, el rol de Nico Batum como segundo base en pista por su visión de juego y su capacidad de ensamblar piezas y hacer muchas cosas y el añadido de Robin Lopez como ese pívot defensivo que precisaba el equipo. Estos 5 forman un quinteto titular inamovible. Porque Terry Stotts, pieza esencial de este milagro, es partidario de un cinco inicial invariable.

Luego, en la suplencia, hace mucho tener a un Mo Williams como segundo base, mejora el equipo con el tiro de Dorell Wright, que ha dejado a Víctor Claver como último hombre de los 15 de la posible rotación, y todavía está por explotar Thomas Robinson y por debutar la gran apuesta del draft, McCollum. Pero no nos engañemos, uno de los aspectos que puede ser un serio hándicap para este proyecto es la dudosa profundidad de banquillo de estos Blazers. Eso, en una temporada de 82 partidos, se paga.

Si analizamos las acciones, es decir, el juego, tenemos un equipo que tiene la mejor ofensiva del campeonato junto a Rockets, no solo en puntos anotados por partido, sino también en puntos por cada 100 posesiones. Éste es un equipo joven que no juega a la carrera de forma habitual, aunque a veces lo haga. Destaca su facturación a media cancha. Portland está en buenos estándares en el rebote, en el movimiento de balón y en el tiro libre, pero donde destaca sobremanera es desde el triple: ¡primeros de la NBA con un 41,9%!. Han batido el récord histórico de la franquicia en triples anotados en un partido 2 veces en 8 días. Anoche, hicieron 21. El equipo de Stotts está en lo más alto de la competición en cuanto a anotación saliendo de bloqueos. Es decir, está jugando fantástico en estático: saliendo bien de bloqueos, lanzando de forma excelente desde el perímetro y sin perder demasiados balones.

También existen dudas

En el lado de las dudas, la ya expresada sobre la profundidad de banquillo y la adicional relativa a la defensa. Y ya se sabe, sin profundidad de banquillo que pueda dar buenos respiros a los hombres importantes y sin una gran defensa no se suele llegar lejos en la NBA. Habrá que darles, eso sí, el beneficio de la duda.

Pero mientras llegan las vacas flacas, si es que llegan, Portland lidera el Oeste siendo el decimotercer equipo de la conferencia por lo que respecta a salarios y suma un 20-4 viniendo de un 33-49. Paul Allen no se lo cree. El cofundador de Microsoft compró en su día la franquicia de Oregón por 70 millones de dólares. Hace de eso 25 años. Parece que el destino le estaba guardando este inesperado giro como regalo perfecto en sus bodas de plata como propietario de los Blazers.