PRETEMPORADA

Kevin Love recupera sensaciones tras estar 9 meses sin jugar un partido

Volvió anoche en el Wolves-CSKA y jugó 28 minutos en la derrota de su equipo ante los rusos

hispanosnba.com |

Kevin Love (con el balón), en el partido que enfrentó a Minnesota y CSKA (Zuma Press/Icon SMI)

Kevin Love está de vuelta tras sufrir la pasada temporada todos los males posibles. El jugador californiano se estrenó anoche en la pretemporada tras estar 9 meses sin jugar un partido de baloncesto.

A Love no se le vio mal. Evidentemente, está a años-luz todavía de su mejor composición, pero al menos dejó buenas sensaciones en la pista y jugó bastantes minutos. De hecho, fue el segundo que más jugó de su equipo empatado con Ricky Rubio. Ambos disputaron 27 minutos y 34 segundos y sólo fueron superados por Derrick Williams.

Que el reencuentro de Love con la competición, aunque sea amistosa, coincidiera con el hito de que Wolves perdiera en Estados Unidos ante un equipo extranjero, el CSKA de Moscú, no fue un regalo, claro está, para el jugador. Pero al menos se le vio bien.

El ex de UCLA logró 9 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias, demostrando su interés por el pase, una faceta en la que ha de ir a más, tal y como le insiste su entrenador, Rick Adelman. En cuanto al lanzamiento, hizo un 3 de 8 de campo y erró sus 3 intentos triples.

9 meses sin competir

Love había jugado su último partido el 3 de enero. Fue un Denver-Minnesota, disputó 24 minutos y volvió a romperse la mano derecha.

El 2 veces All-Star ya había empezado la temporada tarde tras fracturarse el tercer metacarpiano de la mano derecha, que es su mano de tiro. Entró tarde en la competición y sólo aguantó 18 encuentros. En ellos, hizo 18,3 puntos y 14 rebotes de media, pero con muy malos porcentajes: un 35,2% en el tiro de campo y un 21,7% en el triple. Parecía lógico dado que su problema estaba en la mano con la que lanza a canasta. Pero lo peor llegó ese 3 de enero cuando se volvió a fracturar el mismo hueso de la mano.

Pasó por el quirófano y luego, ya convaleciente, volvió a sufrir una operación quirúrgica en abril en otra parte de su cuerpo (artroscopia en la rodilla izquierda), una operación que arruinó su intención de jugar, al menos, los últimos partidos de la temporada regular. 

El verano le ha servido el ala-pívot de los Wolves para terminar de sanar sus heridas y para ir tomando contacto con el balón y la práctica deportiva con el fin de llegar a punto a la pretemporada que acaba de empezar.